lunes, 2 de noviembre de 2009


Me pregunté cuánto tiempo más podría durar esto, Quizás algún día, dentro de algunos años, si el dolor disminuía hasta el punto de ser soportable, me sentiría capaz de volver la vista atrás hacia esos pocos meses que siempre consideraría los mejores de mi vida. Y ese día estaba segura de que me sentiría agradecida por todo aquel tiempo que me había dado, más de lo que yo había pedido y más de lo que merecía.


Pero ¿y que ocurriría si ese agujero no llegaba a cerrarse nunca? ¿Y si las heridas en carne viva jamás se curaban? ¿Y si el daño era permanente, irreversible? Me rodeé el cuerpo con los brazos y apreté con fuerza. ¡Como había sido capaz de hacerme esto! Podía haberme pedido que borrara las fotos y haberse llevado sus falsas promesas, pero aun asi nunca podría devolver las cosas al mismo lugar donde habían estado antes de que le conociera.


La evidencia física era la parte más significativa de la ecuación. Yo había cambiado, mi interior se había alterado hasta el punto de ser irreconocible. Aquellas fueron promesas que él no pudo mantener, unas promesas que se rompieron tan pronto como las hizo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario