lunes, 2 de noviembre de 2009

Arjona/Sentido de la vida.

Si, te divertía verme y te gustaban mis besos, y me veías como la perfecta compañera de tertulias, si era tu amiga con derecho, mientras te durara la parranda Yo pensando en futuro, tú en la rumba de esa noche, si me querías un poquito dímelo aunque sea en mail, si a lo mejor te parecía divertida, pero en mi no piensas nunca no te enamoraste de mí, así como yo de ti, no te enamoraste de mí, te enamoraste de ti cuando estás conmigo, de las locuras que hacíamos, de los besos furtivos, de mi risa y tus chistes, de la fiesta y el vino, de las caricias que morían justo al haber nacido Quien ganará la batalla de este amor desperdiciado, tu creyendo que me querías, yo queriéndote creer, si, yo te quería aunque te callaras, y tu te callabas y yo te quería Si le bajaba el volumen a ese ritmo que tocabamos, me temía que el derrumbe podía hacerse aparecer, y lo que antes era pregunta, hoy es una afirmación, no te enamoraste de mí, sino de ti cuando estás conmigo.

------------------------------------------------------------------------------------------------

¿Por qué nos preocupamos tanto por los test de inteligencia y por las universidades cuando no dispondremos de un mundo que albergue a nuestros descendientes?¿Por qué la gente se obsesiona tanto por vivir muchos años? ¿Para qué conseguir unos pocos años más de vida? ¿Para pasarlos infelizmente en un geriátrico? ¿De qué sirve preocuparse por el nivel de colesterol, las dietas ricas en fibra, el control de las grasas, los ejercicios aeróbicos, etc.?

¿No tendría más sentido disfrutar del presente, realizarnos cada día, amar y ser amados, y no preocupamos tanto de la salud física en ese futuro incierto? ¿Y si no hay futuro? ¿Y si la muerte es una liberación y un estado de felicidad?

Con esto no quiero decir que nos olvidemos de nuestro cuerpo y que fumemos y bebamos en exceso ni tampoco que abusemos de ciertas sustancias o nos volvamos obesos. Esto nos causaría dolor, aflicción e incapacidad física. Simplemente dejemos de preocuparnos tanto por el futuro. Tratemos de ser felices ahora.La paradoja es que, adoptando esta actitud y sintiéndonos dichosos en el presente, es probable que vivamos más años.Tu y tu alma son como el coche y el conductor. Recordemos siempre que somos el conductor y no el coche. No debemos identificarnos con el vehículo. Este empeño actual en prolongar nuestra vida, en vivir hasta los cien años, en prolongar una relación que ya no sirve y que solo te lastima, es una locura.

Sería como conservar nuestro viejo Ford después de haber recorrido con él más de trescientos mil kilómetros. La carrocería está oxidada, el circuito de transmisión se ha reparado cinco veces, el motor se está cayendo a trozos, y aun así nos resistimos a cambiarlo. Entretanto, hay un Corvette de agencia esperándonos a la vuelta de la esquina. Sólo hemos de bajar tranquilamente del Ford y subirnos al hermoso Corvette. El conductor, el alma, nunca cambia. Sólo cambiamos de coche.Y, por cierto, creo que a ti te está esperando un Ferrari en la calle en este preciso momento

No hay comentarios:

Publicar un comentario