miércoles, 16 de septiembre de 2009

Un dia normal♥


Ése día me desperté pensando en él, nada extraordinario pues siempre habitaba en mi pensamiento. Era uno de tantos días tan maravillosos desde su llegada pues el era mi luz, mi sol, aquel motivo por el cual me levantaba cada mañana siempre pensando que será un gran día, pues imaginaba su hermoso rostro y esos lindos ojos que cada vez que me miraban, me hablaban del inmenso amor que sentía por mí. No necesitaba que me dijera que me amaba, pues sus ojos y su corazón me lo demostraban todo el tiempo.Nunca imaginé que el sonido del amor fuera tan dulce, hasta que escuché mi nombre en sus labios.


Nunca pensé poder ver mis sueños hechos realidad hasta que lo miré verdaderamente a los ojos. Nunca supe bien lo que podría sentir, hasta que estuve en sus brazos. Era realmente maravilloso haberme enamorado de alguien como él. Sentía mucha alegría cuando estaba junto a mí, cuando lo veía, incluso cuando lo soñaba. Y si en algún momento sentía miedo, sólo pensaba en él y en lo feliz que era cuando estábamos juntos. Al fin salía de la oscuridad y llegaba a la luz, dejé el llanto y la tristeza de mi alma, y ahora confiaba plenamente en él.Si me preguntaban que si era feliz, respondería que si, era muy feliz, porque los dos vivíamos por ese amor tan bonito. Su mano enlazada a la mía, el cielo que nos es por techo y nuestro amor que era nuestro propio refugio, aunque afuera estuviera lloviendo.


Mi nombre estaba grabado muy adentro de su pecho, donde nadie le haría daño, ni contaminaría ese hermoso sentimiento.Con él aprendía y conocía intensos sentimientos, me enseñaba a amar con entrega total. Tenía bien presente el nunca dejarlo ir, por que esperaba ser la mujer que lo hiciera feliz. Sólo quería estar donde él estaba, para amarlo como nunca lo podría imaginar, quería que supiera lo que había descubierto, que no lo amaba en pasado, no lo amaba en presente, ni lo amaba en futuro, era un amor sin tiempo. Tampoco tenía distancias, era simplemente amor puro, cargado de ilusiones, lleno de promesas que no deberían cumplirse porque ya se habían cumplido todas al conocerlo.


Amarlo en realidad era un premio. Desconocía si lo merecía, al menos luchaba por merecerlo, pero era un premio, un regalo que cualquier persona debería recibir, y estaba agradecida eternamente de poseerlo yo. Mi gran sueño era que estuviera siempre conmigo en cada instante, en cada minuto, en cada segundo de mi vida. Imaginaba su rostro dibujado en la luna, en las estrellas y las nubes, acompañándome en cada deseo, encontrándome en su mirada. Había llenado de manera instantánea la magia de suspirar por la belleza temprana, de divertirme con cada cosa que hiciera durante el día, de descansar con una nueva propuesta disfrutando cada paso que juntos dábamos. Cada latido de mi corazón, cada respiración, cada mirada al cielo, cada vez que cerraba los ojos pensaba en nuestros momentos juntos.


Quería pasar ahora un día entero junto a él, estar junto a la orilla del mar con la persona que más amaba en este mundo, quería regalarle mi universo.Mi corazón latía mencionando su nombre a cada instante y pidiéndole que para siempre permaneciera junto a mí, que se quedara un momento conmigo, decirte todo lo que sentía, expresarle un te amo, tan solo que me llenara de fe, por eso mismo a cambio lo cuidaría, lo esperaría… lo amaría.

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