martes, 2 de octubre de 2012

Insurgente.

Leí en alguna parte, que el llanto desafía toda explicación científica. Las lágrimas solo sirven para lubricar los ojos. No hay ninguna razón para que las glándulas lacrimales produzcan en exceso a instancias de una emoción. 


Creo que llorar libera la parte animal de nosotros, sin perder nuestra humanidad. Dentro de mí está un animal que gruñe, y se esfuerza hacia la libertad, hacia él. Y no importa cuan duro lo intente, no puedo matarlo. Así que lloro en mi manos en su lugar.




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